Durante el jueves y sábado pasado, el grupo de Teatro Perfil, liderado por el maestro Carlos Milanés, estuvo presentando la obra titulada Ocho mujeres de Robert Thomas en el anfiteatro del Colegio Marista de Manatí. Las actrices y “staff” que estuvieron participando en la obra son estudiantes del colegio que mostraron empeño y perseverancia para poder llevar a cabo esta actuación. Luego de hablar con la actriz y estudiante de duodécimo grado, Alejandra Cabán, pude percibir una perspectiva diferente del trabajo que tomó la producción de la obra. Cabán mencionó que los ensayos comenzaron aproximádamente en octubre y luego fueron aumentando hasta llegar a la fecha de la primera función. Sin embargo, Cabán expresó que, aunque el proceso de preparación fue “largo y cansón,” también “fue muy gratificante poder ver los frutos de nuestro trabajo”. Esto muestra la cantidad de dedicación de parte de las actrices, maestros y “staff” que fueron las herramientas para el éxito de la obra. Además, Johnalys Ferrer, actriz que personificó a Suzón, destacó que, al principio, no lograba entender su personaje, ni encajar con ella, sin embargo, luego de los ensayos extensos, pudo conectar con Suzón al nivel de que se sentía como si su personaje y ella fueran una sola persona. Estas palabras de Ferrer, muestran el resultado tan bonito que trajeron los numerosos ensayos. Por esto, pienso que los ensayos definitivamente valieron la pena, ya que fueron de mucho provecho y crecimiento para el elenco.
Al igual que las actrices, el público también se disfrutó mucho la obra Ocho mujeres. Para mí, fue sumamente divertido ver a mis compañeras trabajar como actrices. Además, al ver la obra, pude notar el desempeño de cada una de las personas dentro del grupo del elenco y cómo su esfuerzo durante los ensayos las ayudó a perfeccionar la producción de la obra. Por otra parte, lo más que me gustó de la obra fue observar a mis compañeras trabajar en equipo y ver cómo han crecido como artistas para brindarle al público la mejor experiencia posible. Luego de hablar con la actriz de Pierret, Alysha Arroyo, estudiante de duodécimo grado, entendí la conexión entre las actrices y el “staff” que hizo posible la producción de la obra. Arroyo mencionó que todas las personas en el grupo tenían que escucharse unas a las otras y aceptar los consejos e instrucciones del director. Al escuchar esto, pude comprender lo mucho que sacrificaron las actrices para aprender de sus errores y poder brindar la mejor versión de la obra posible. Esto me llena de orgullo y gratitud hacia el grupo del elenco, producción y al director de la obra, el profesor Milanés, ya que pude entender todo el sacrificio y tiempo que invirtieron para asegurar que el público se divirtiera. Luego de ver la obra dos veces, puedo decir que su desempeño valió la pena debido a que fue una obra extraordinaria, graciosa y llamativa. Finalmente, además de disfrutarme la obra en sí, también me disfruté observar la dedicación que emplearon las actrices, dirección y producción. Definitivamente recomendaría a otras personas que sean parte de esta obra y su gran elenco. ¡Muchas felicidades!
Por: Karla Trautmann Méndez
